IDEA DE
NEGOCIO
Una idea de negocio se da cuando el futuro
empresario relaciona y orienta sus capacidades imaginativas, creativas,
innovadoras, a una perspectiva de negocio y empieza a asociar esa idea con
mercados, clientes, tecnología, recursos, contactos, y lo hace con la intensión
de establecer un negocio.
La idea es la
intensión de emprender una acción.
Una idea de negocio debe tener:
a. Debe responder a una necesidad de los clientes,
que pueda solucionar un problema o deseo humano
b. Tener alta dosis de innovación.
c. Ser única, o en el peor de los casos diferente.
d. Ofrecer rentabilidad a largo plazo.
Una vez se ha generado la idea de negocio, y tiene
claro que ella es innovadora se debe evaluar para saber si es buena la idea de
negocio.
La idea de negocio es el producto o servicio que
quiero ofrecer al mercado. El medio para atraer a la clientela y obtener así
beneficio económico. Constituye la oportunidad de negocio y lo que a la hora de
llevarla a la realidad la creación de la Pyme, haga que tengamos éxito o no.
Pero no sólo basta con tener una buena idea, es
necesario evaluarla y comprobar su viabilidad. Por ello, la primera parada del
camino del emprendedor es concretar la idea de negocio y describirla de la
forma más precisa posible. Para ello, a la hora de plasmarla por escrito debes
dejar claro los siguientes puntos.
Idea negocio
1. Descripción del producto o servicio que
vas a ofrecer al mercado.
2. La
necesidad que cubre tu producto o servicio. Si tu idea de negocio cubre una nueva
necesidad tendrás muy poca competencia.
3. Clientela
potencial: ¿A quién está dirigido? Hay que de concretar las características
esenciales que definen a nuestros clientes objetivo.
4. Competencia:
Hay que hacer un análisis exhaustivo de los productos o servicios de la
competencia, cuáles son sus características y que métodos o estrategias
utilizan aquellas empresas con las que vas a competir en el mercado.
5. Valor añadido: Es la parte en la que
queda plasmado que va a diferenciar tu producto, qué va ahacer que se convierta
en la mejor opción para los compradores.
El plan de empresa
Una vez que ya has concretado tu idea de negocio,
el siguiente paso es redactar uno de los documentos más importantes del camino
de cualquier emprendedor y que amplía las posibilidades de éxito y disminuye el
riesgo. El Plan de empresa es la
principal herramienta de planificación a la hora de empezar una aventura
empresarial, ayuda a aumentar las posibilidades de crea un negocio rentable e
incluso para empresas ya consolidadas se convierte en un instrumento de
crecimiento y diversificación de su actividad principal.
Para hacer de un plan de empresa hay que seguir una
serie de pasos, pero también es necesario seguir una serie de recomendaciones
más encaminadas a la calidad de la información y unos criterios de redacción.
Sin embargo no existe una receta para el éxito y en ocasiones y pese a haber realizado una
correcta planificación es fácil cometer errores comunes o tener dudas. Los
expertos lo saben y por ello, existen numerosas listas agrupando, por ejemplo,
los errores fatales en la creación de nuevas empresas.
Finalmente, es importante tener en cuenta que a la
larga será necesario establecer la misión, la visión y los valores de la Pyme como parte de la
estrategia de imagen corporativa y aumentar la visibilidad y credibilidad de la
pyme y diferenciarla de la competencia.
IDENTIFICACIÓN DE UNA IDEA
DE NEGOCIOS
Para iniciar cualquier proyecto de Emprendimiento,
es necesario primero identificar la idea del negocio, que ha de ser les objeto
del proyecto y sobre la cual se debe trabajar.
Algunas personas consideran que la idea de negocio
es la parte más importante de un proyecto, concepto que es válido pero no
definitivo, puesto que la idea es tan importante como el equipo que la
desarrolla.
La experiencia y la historia ha dicho que en muchos
casos, lo especial no ha sido la idea sino la persona que ha ejecutado la idea.
Las Ideas de Negocio deben cumplir varios requisitos:
Cubrir una necesidad en el mercado. Es decir que debe
ser siempre valorada desde el punto de vista del cliente.
Rentabilidad. Esto supone que la actividad debe
proporcionar beneficios en un futuro.
Capacidad Técnica. O lo que es lo mismo en este
caso, capacidad de desarrollar la idea de negocio.
Innovación. El producto o servicio en cuestión
tiene que ser atractivo y comercializable.
Fuentes de Inspiración para la Idea de Negocio
Imaginación y Creatividad. A menudo suele
ocurrir que cuando sale un nuevo software, aplicación para el móvil o negocio
nuevo al mercado pensamos '¿Cómo puede ser que no se me ocurriera esto antes?'
o también: '¡Esto ya se me había ocurrido a mí!'. El mercado es inmenso, y
generalmente las ideas más sencillas y simples son las que más triunfan. O sino
piense en Twitter... ¡Hay que echarle imaginación!
Formación y experiencia. Los conocimientos
adquiridos (en la universidad, en los libros, en la vida) junto con la
experiencia pueden dar lugar a las mejores ideas que jamás hayan surgido. Este
es el caso de 4 emprendedores que vieron su oportunidad en Lisboa, una ciudad
repleta de estudiantes que buscan un lugar para vivir y de miles de ciudadanos
que quieren alquilar sus habitaciones o apartamentos por temporadas. ¿El
resultado? Uniplaces, una prometedora plataforma intermediaria entre las partes
que ya está teniendo ingresos astronómicos por publicidad.
Nuevas Tecnologías. Otro factor para
estudiar, pues su inalienable característica de cambio y evolución continua
hacen de estas una fuente inagotable de ideas y recursos.
Cambios en el entorno. Es un punto muy relacionado
con el anterior, ya que al igual que nuestro entorno es cambiante, nuestras
necesidades también lo son.
Necesidades sin cubrir. Percatarse a tiempo de los
servicios mal prestados que no satisfacen al cliente puede ser la antesala de
una oportunidad de negocio.
Hay que tener claro que no todas las ideas de
negocio son válidas para crear una empresa. No obstante, debe apartar de la
mente los pensamientos del tipo “no será una buena idea porque si no, a alguien
se le hubiera ocurrido”, pues qué sería de nuestro día a día si el inventor de
Internet hubiera pensado eso.
¿Cuáles
son las cinco características que debe reunir una idea de negocio para
proporcionarnos libertad financiera?
Idea
de negocio
Ser
expandible:
Hay negocios que pueden expandirse y negocios que no. Hay
negocios que tienen un límite (de producción, de ingresos) fijado de antemano y
negocios que, por su propia naturaleza, son expandibles ad infinitum o casi, es
decir son negocios que no se agotan. En el primer caso tendríamos, por ejemplo,
la producción de hortalizas o frutas en una parcela de determinada extensión.
En el segundo tendríamos, por ejemplo, la producción de energía solar o eólica
a través de sus mecanismos respectivos.
En el primer caso, el negocio no es expandible más allá de
un cierto límite; en el segundo no existe esa limitación. A mayor capacidad de
expansión, mayor capacidad de producir ingresos y mayor capacidad de otorgar
libertad financiera.
Ser
escalable:
Un negocio escalable es aquel en el que la curva de ingresos
(y por tanto la curva de beneficios) no guarda relación de proporción con la de
gastos, sino que crece mucho más allá de ésta. Lo vamos a ver claro con un
ejemplo. Para producir zapatos podemos tener un coste X, por ejemplo, por
unidad, y obtener un beneficio Y.
Si producimos 10 zapatos, gastamos 10X y obtenemos un
beneficio de 10Y. Por contra, para producir un vídeo tenemos un coste X de una
sola vez y un beneficio de tantas veces Y como lo vendamos. Es decir, los
gastos son fijos o casi, y los beneficios se producen a una velocidad muy
superior, fuera de toda relación de proporción con la de gastos. Gastos
lineales versus ingresos exponenciales.
Estar
automatizada:
Esto es importante. Si la idea de negocio no la tenemos
automatizada tenemos muchas posibilidades de convertirnos en su esclavo, de
trabajar para ella y hacernos dependientes de la misma. Dejamos de tener un
trabajo para pasar a tener una cárcel.
Un negocio automatizado es aquel en el que, desde el inicio
del proceso hasta el momento final de la venta, todas las etapas están
definidas y configuradas para producirse y tener lugar sin intervención directa
de nuestra parte. A lo largo del proceso no tenemos que hacer, decidir, resolver,
modificar, etc. El proceso está automatizado, funciona de acuerdo a un plan
prefijado de antemano y por eso nos otorga libertad (que en última instancia se
convierte en libertad financiera).
Alguien puede pensar que esto es imposible, pero lo vemos todos
los días en internet. Desde el momento en que alguien sube a la red un producto
digital para su venta se puede organizar todo el proceso para que no tengamos
que hacer nada más si no queremos: desde el marketing, la difusión y la
publicidad del producto, hasta el acto mismo de la venta y el cobro.
Ser
apalancable:
Un negocio apalancable es aquel que permite el uso de
palancas, y una palanca es un mecanismo que nos permite conseguir más con
menos: es decir, nos permite conseguir resultados sensiblemente superiores a
los del esfuerzo empleado en conseguirlos. Si con una acción X conseguimos un
resultado Y, con el uso de una palanca X conseguimos un resultado de 10Y. La
palanca multiplica los efectos de nuestra acción.
Un ejemplo de palanca son los libretos de mylibreto: con una
sola acción (publicar el libreto) conseguimos muchos resultados: ofrecer la
compra del libro, mostrar una parte de su contenido, posibilitar que se
comparta en redes sociales, etc.
Otro ejemplo de palanca son los agregadores de ebooks (por
ejemplo éste): plataformas en las que con una sola acción (subir el ebook) se
lleva a cabo su publicación en diferentes librerías online.
Permitir
el uso de redes:
Utilizar redes es un mecanismo que, igualmente, nos permite
multiplicar los resultados de nuestras acciones, lo cual significa, en última
instancia, libertad financiera o mayor posibilidad de ésta. Con una acción X
conseguimos Y; con una red X conseguimos 10Y. En La fórmula del éxito, mi
primer libro publicado, ya establecimos que había diferentes tipos de redes: de
trabajo, de contactos… En cualquier caso, la red nos permite ir más allá que
con nuestra sola acción, nos permite incrementar ingresos, incrementar
beneficios y lo que es más importante: posibilitar que el negocio funcione aunque
un elemento de la red (que podemos ser nosotros, por ejemplo) no intervenga en
un momento determinado. Todo eso supone, efectivamente, libertad financiera.
Estas son las cinco características esenciales para que un
negocio nos aporte calidad de vida e independencia. Todo lo que vaya en esa
dirección, a mi juicio, es liberador. Por ello, una buena planificación antes
de lanzarnos con nuestra idea es fundamental para ahorrarnos trabajo y
multiplicar beneficios.
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